El jueves pasado, por medio de una actividad al aire libre, frente a playa Los Tubos, se dieron a conocer avances del estudio que viene desarrollando un equipo multidisciplinario de profesionales sobre la contaminación de la bahía de Algarrobo. Dada la envergadura de esta investigación, que partió hace ya más de dos años, con participación del Observatorio de la Costa, la Estación Costera de Investigaciones Marítimas Costeras de Las Cruces -ECIM-, el Instituto SECOS, y que ahora suma a la Universidad Andrés Bello, existía particular expectación en torno a la información que se entregaría, en este caso específico, respecto a la llamada plaga de algas verdes que desde hace más de 20 años afecta severamente a nuestras playas.
La información entregada, sin embargo, se limitó a aspectos que tienen que ver con la caracterización de las distintas especies que integran estas «mareas verdes», un total de cinco, de las cuales 3 no habían sido antes identificadas en Chile. Todas del género ulva, la mayoría señaladas como bioindicadores referidos a contaminación marina, esto es, especies que tienden a proliferar en ambientes contaminados.
Intentando aclarar con mayor precisión cómo este estudio puntual se inserta dentro del “proyecto integrado litoral central: estado de avance algas verdes y contaminación», por el que durante tantos años vecinos y agrupaciones locales trabajamos para su realización, le hice algunas preguntas a la doctora Loretto Contreras-Porcia, investigadora que encabeza la publicación hecha en la edición de abril de la revista Plants sobre este estudio de las especies de ulva de Algarrobo.
Se señala que se han detectado al menos 3 especies del género ulva no antes identificadas no solo en Chile, sino en todo el Pacifico Sur. ¿Se puede explicar de qué manera habrían llegado a Algarrobo?
El trabajo de la taxonomía con herramientas morfológicas y moleculares en el género Ulva en Chile es incipiente. Había un reporte previo de una especie en Iquique (U. australis) y ahora nuestro reporte, que contempla 5 especies y 3 no registradas previamente. Con los análisis realizados no podemos indicar cómo han llegado y además por lo anteriormente mencionado, no hay registros de éstas en otras partes del Pacífico Sur. Eso no implica necesariamente que no estén a lo largo del país, sino que faltan mayores análisis para identificar su presencia y poder tener más información de estas mareas en términos de saber cómo llegaron a Algarrobo. Sin embargo, creo que un trabajo histórico con la comunidad puede también entregar información valiosa, como por ejemplo tener una mayor precisión del tiempo que iniciaron estas mareas verdes con actividades antropogénicas o no involucradas.
Estas especies de ulva, las ya conocidas y las “nuevas”, ¿pueden ser consideradas en su conjunto como bioindicadores, en este caso, de aguas excesivamente nitrogenadas -producto de desechos orgánicos?
De las especies reconocidas se conoce que Ulva compressa es una especie indicadora principalmente de contaminación por metales pesados. De hecho, existen varios trabajos en nuestro país al respecto. Ulva stenophylloides se ha reconocido en zonas de cultivo IMTA con abalones en Sudáfrica pero no asociada a mareas verdes. Ulva australis y Ulva aragoensis han sido asociadas a mareas verdes por ejemplo en China (Qinhuangdao) y el Mar Amarillo, con alta carga de nutrientes. En nuestro estudio en Algarrobo encontramos solo un individuo de U. australis, por lo cual es una especie poco frecuente en Algarrobo.
El Departamento de medio ambiente municipal elaboró en 2019 un plan para limpieza de playas y control de las «algas verdes», apuntando a su extracción submareal. ¿Es efectivo que estas colonias de algas se reproducen en las rocas en lugares puntuales, que pueden detectarse con precisión, como esa propuesta señala?
Me faltan mayores antecedentes para responder esa pregunta. Solo puedo opinar en base a lo que hemos hecho (y con literatura) ya que las Ulva están presentes y asentadas en el intermareal como submareal, es decir el crecimiento está en ambas zonas. Se puede esto observar claramente en la zona intermareal ya que las algas tienen un crecimiento (en esa zona) mayor en épocas primavera-verano.